Historia Monetaria y cambiaria de Honduras

Introducción

Honduras, una de las naciones centroamericanas que formaron parte de la Capitanía General de Guatemala, cuenta con un pasado histórico y monetario interesante y complejo. Con costas tanto en el mar Caribe como en el océano Pacífico, sus países limítrofes también resaltan: Guatemala al norte, El Salvador al oeste y Nicaragua al sur. Conocerla por la tierra donde una vez se ubicó la ciudad más importante del Imperio maya, en la actualidad es digna de un recorrido que repasa varias aristas en su desarrollo como nación.

Es precisamente su ubicación estratégica y su compleja evolución histórica lo que motiva este análisis del desarrollo de su moneda y su trayectoria cambiaria. Esto desde un punto de vista neutral con el fin de comprender qué factores los hacen tomar las decisiones cambiarias que tienen en la actualidad.

Historia Precolombina

La historia precolombina de Honduras está ligada, de cierta forma, con la historia de la cultura maya. Podría decirse que este fue el origen de los asentamientos organizados en el territorio. La ciudad de Copán, es particular, es donde existen los mayores registros de la sociedad maya en Honduras.

En el apogeo de la civilización maya, Copán destacaba como un próspero emporio comercial. Su mercado, un crisol de culturas mesoamericanas, ofrecía un espectáculo impresionante: hasta 20.000 personas negociando cacao, jade, algodón, obsidiana, plumajes multicolores y otros productos valiosos para la época.

¿Cómo se daban las transacciones comerciales? En estos mercados funciona ante todo el trueque. No obstante, existe evidencia que el cacao también funcionó como “moneda” para transacciones comerciales.

Los mercados donde se comerciaban bienes y servicios eran llamados tiánguez o tianguis, que se asemejaban a lo que podría ser un mercado persa o un mercado de pulgas. En ellas los comerciantes ofrecían sus bienes utilizando trueque o semillas de cacao.

Un dato interesante es que la falsificación también se dio en el comercio del mundo precolombino. ¿Cómo se daban estos escenarios? Lo que se sabe es que, en ocasiones, los estafadores extraían las semillas de cacao de la vaina o la mazorca y la rellenaban de tierra, emulando el peso y volumen de una vaina que se calculaba que contenía entre 30 a 40 semillas.

Es crucial recordar que la región no estaba habitada exclusivamente por los mayas. Diversas culturas coexistieron en el territorio, incluyendo a los lencas, pech, tolupanes, tawahkas, chorotegas y pipiles. Durante el declive de la civilización maya, entre los siglos VIII y IX, estas poblaciones absorbieron tanto elementos culturales como a parte de la población maya que migró a otras zonas conforme colapsaba el imperio.

Algo importante que acotar es que, el colapso de la civilización maya ocurrió mucho antes de la llegada de los europeos a América. Por tanto, muchos de los documentos y prácticas comerciales que tenían quedaron en el olvido. Sin embargo, la documentación fue posible gracias al estudio de los modos de vida de las otras culturas que allí habitaron.

¿Y qué pasó una vez llegaron los españoles? Tras la conquista española, Mesoamérica fue escenario de una transformación violenta. Se impuso un nuevo orden que modificó la esencia de las sociedades indígenas: su cosmovisión, sus estructuras sociales y sus prácticas cotidianas. El mestizaje, las leyes coloniales y la explotación laboral provocaron un colapso demográfico y la destrucción de sus instituciones ancestrales.

Etapa colonial

Cristóbal Colón arriba en su cuarto viaje a diversos puntos del territorio centroamericano, junto con su hermano y su hijo llegaron a punta Caxinas en 1502. A partir de ese momento la historia de Honduras cambiaría para siempre, sin lugar a dudas, fue un punto de no retorno para las comunidades indígenas que ahí vivían.

Cristóbal de Olid

La conquista del territorio hondureño no se realizó inmediatamente luego del viaje de Cristóbal Colón, ¿El motivo? Por una parte, el territorio era bastante complicado y, sumado a ello, la población local ofreció mucha resistencia. No obstante, este encuentro inicial, aunque breve, marcó el preludio de una era de exploración, esto en la figura de Hernán Cortés.

Tras la conquista del Imperio azteca por Hernán Cortés, el interés europeo en Centroamérica se intensificó. En 1523, Cortés envió a Cristóbal de Olid a explorar y conquistar Honduras. Sin embargo, Olid se rebeló, desencadenando luchas internas entre los españoles. Para restablecer el orden, Cortés se trasladó personalmente a Honduras, sofocando la rebelión y unificando a las fuerzas españolas.

Una vez consolidado el control español, comenzó la conquista del interior de Honduras. Este proceso fue extremadamente violento para la población local, impulsado por el descubrimiento de riquezas minerales, especialmente plata. La explotación de estos recursos provocó numerosas revueltas indígenas, destacando la resistencia liderada por los caciques Cicumba y Lempira.

Cacique Cicumba

La conquista y el control efectivo del territorio hondureño por la Corona española se consolidaron alrededor de 1580, tras décadas de conflictos y resistencia indígena.

¿Qué pasó con la moneda de uso común en ese período? Durante la época colonial, en el actual territorio hondureño, circulaba el real español, la moneda de curso del Imperio español. Su elaboración constituía de plata y su peso varió a través del tiempo. El de la imagen contigua contenía 2.2g de plata.

En ciudades como Comayagua y Tegucigalpa, debido a las riquezas minerales, se constituyeron enclaves mineros que diezmaron profundamente la población indígena. Con el fin de continuar la explotación de la plata se importó mano de obra esclava africana. Este aspecto fue determinante en la diversificación étnica del Honduras de ese momento.

Resaltemos un dato por lo más interesante: inicialmente en el territorio hondureño se pensó hacer una casa de la moneda de la misma forma que se hizo en otros lugares de América como Perú y México. Sin embargo, la experiencia en Honduras fue muy infructuosa por diversos motivos. Veamos más. 

El primer y más relevante obstáculo fue la escasez de dinero en el imperio español, un problema general en los territorios. ¿El motivo de esto? La demora en la llegada de este diseño; al principio de la conquista española los metales preciosos se exportaban a España en donde se acuñaban y se enviaban de vuelta a América para pagar el salario de los funcionarios. Esto, como es lógico suponer, resultaba un reto porque, en algunas ocasiones, estos funcionarios no recibían sus salarios por meses.

Esta situación se pretendía resolver con la fundación de casas de acuñación. En la Capitanía General de Guatemala se fundaron varias, particularmente cerca de yacimientos de plata. En Honduras se fundó la Caxa Real o la Casa de la Moneda en la ciudad de Comayagua, la cual afortunadamente sigue en pie y se puede ver en la siguiente imagen.

El segundo problema al cuál se enfrentó la acuñación en Honduras fue la mala planificación y expectativas irreales de la administración. En este sentido, el principal problema la explotación de las minas en Honduras, que dependía en gran medida de la mano de obra indígena. No obstante, a medida que avanzó la conquista española, se produjo un marcado declive de esta población. Este fenómeno tuvo un impacto directo y negativo en la disponibilidad de trabajadores para las actividades mineras.

En virtud de lo anterior, la solución fue traer esclavos de África, esto para poder explotar las minas. Esto trajo otro problema, las expectativas de la administración era lograr ser tan ricas como las de México o Perú. ¿El resultado? Que la capacidad de acuñación de moneda de Caxa Real y la riqueza de las minas no era la suficiente para suplir la demanda de monedas.

Por lo que la administración decidió enviar los lingotes de plata a ser acuñados en Guatemala, que sí contaba con capacidad para procesar ese volumen. Esto generó de nuevo un problema logístico, porque los lingotes demoraban de 3 a 4 meses para ser acuñados y ser devueltos.

Entre tanto, los proveedores de materia prima para las minas de plata, no podían asegurar el pago de sus servicios, lo cual causaba bastantes molestias. Para resolver esta situación, la administración imperial decidió rebanar los lingotes de plata con el fin de que funcionaran como medio de pago.

¿El resultado? Todo un desastre, esto debido a que se combinó la plata con otros metales menos valiosos como el plomo, con el fin de emular su peso, generando falta de confianza entre los agentes económicos. Con el tiempo la industria minera de la Honduras colonial se deterioró al punto de ser sustituida por la industria agropecuaria.

Honduras Independiente

Unión al Imperio Mexicano

El dominio español se debilitó debido a contradicciones internas y la competencia europea, lo que llevó a la pérdida de unidad y a la apertura de los mercados coloniales al comercio exterior. En Honduras también se experimentaron cambios significativos, comenzando con el hecho de empezar a exportar otros productos como añil, plata, oro, maderas y ganado, esto a diversos puntos de América.

Tras la independencia de España en 1821, las élites guatemaltecas intentaron anexar Honduras al Imperio Mexicano, pero esto, a la larga fracasó. No obstante, en tiempo que duró esta unión ¿Qué forma de pago se usó en ese momento?

En la figura contigua se puede ver una emisión de monedas que pudieron haber sido acuñadas la Caxa Real de Comayagua para conmemorar la unión con el Imperio Mexicano en 1823. Esta era una moneda de 8 reales con aproximadamente 27g de plata; en su época esto se podía intercambiar por aproximadamente $1 (en esa época 1 libra esterlina equivalía a 5 dólares, cada libra esterlina contenía 20 chelines y cada chelín eran aproximadamente 5g de plata)

La separación del Imperio Mexicano generó divisiones políticas entre liberales y conservadores, impactando la política centroamericana durante los siglos XIX y XX. Esta polarización contribuyó a la inestabilidad y guerras civiles, culminando en 1830 con la fundación de la República Federal Centroamericana por Francisco Morazán.

República Federal de Centroamérica

En esta etapa se dieron importantes reformas económicas. Todas con el fin de dinamizar la sociedad y modernizar el Estado en toda la región Centroamericana.

Hay que recordar que en estos tiempos la República Federal tenían múltiples deudas debido a los años de guerras internas y anarquía que socavaban la capacidad económica de la nación, esto aunado a los problemas ya existentes de liquidez en los mercados financieros. El General Francisco Morazán se propuso a dinamizar el acceso a los mercados internacionales en la región y hacer cambios en la organización del gobierno con el fin de modernizarlo.

En un contexto de mucha inestabilidad, el general Francisco Morazán llega al poder y unifica las provincias de la Confederación Centroamericana en una especie de Estado.


En el aspecto monetario, un suceso relevante para Honduras fue la fundación de la Casa de la Moneda en Tegucigalpa, en 1833, que comenzó a acuñar monedas con el fin de solucionar los problemas de liquidez de la época. En la figura contigua se aprecia una moneda de medio real de 1.10 g de plata que se acuñaron en Tegucigalpa.

En la actualidad el edificio de la Casa de la Moneda, en Tegucigalpa, todavía existe. Lo encuentras en el actual edificio de la Biblioteca Nacional.

El origen del Peso Hondureño

Una vez finalizada la experiencia de la República Federal Centroamericana hubo bastante caos político y económico en Honduras. Un hecho relevante a considerar es que se decide que cada país iría por su propia cuenta.

Luego de la independencia, en Honduras seguiría circulando en Real como moneda; sin embargo, no había un ente central que regulara las emisiones de reales. En ese panorama se observaron muchas emisiones con características distintas, pero, también, muchas falsificaciones.

Honduras enfrentó así un déficit profundo, agravado por décadas de guerra civil y los costos de movilizar el ejército contra William Walker en 1856. Esta situación obligó al gobierno a incurrir en grandes deudas. Para financiar estas deudas y dinamizar la economía, el gobierno optó por emitir su propia moneda.

En 1862, el decreto 21 de la Asamblea Legislativa de Honduras autorizó la emisión de Pesos Hondureños en cobre. Esta medida respondió a la escasez de monedas en circulación, causada por el acaparamiento y la fuga de capital a países con mejores condiciones económicas. Para aumentar la liquidez y proteger las reservas nacionales, se optó por utilizar un metal de menor valor o reducir la proporción de metales preciosos en las monedas.

Un rasgo distintivo de la época era el sistema monetario no decimal, basado en subdivisiones de peso. Por ejemplo, una onza castellana (28.75 g) se dividía en 16 adarmes de 1.79 g cada uno. En este contexto, ocho pesos hondureños de 1862 equivalían aproximadamente a un real. Cada peso contenía 3.50 g de cobre, y un ejemplar de esta moneda, acuñada en la Casa de Moneda de Tegucigalpa, se muestra en la imagen adjunta.

A pesar de los intentos por unificar la política monetaria, el gobierno hondureño tuvo muchos problemas para controlar las emisiones monetarias. Esto porque entre 1862 y 1879 se emitían pesos y reales, manteniendo la conversión descrita arriba. Esto, sin lugar a dudas, debió ser un calvario para las personas en su día a día.

En la figura contigua se puede apreciar 1 real emitido en 1870 de una aleación de cobre y níquel que pesaba 12.70 g. La conversión de estas monedas tuvo que haber sido muy complicada debido a que también se tenía que tomar en consideración la pureza y cantidad de los metales en las monedas.

En la década de 1870, Honduras sufría un estancamiento institucional debido a décadas de inestabilidad social y económica. El gobierno de Marco Aurelio Soto inició una etapa de reformas, buscando integrar a Honduras en la economía global mediante la exportación de materias primas. Este período de transformación continuó hasta principios del siglo XX, bajo diversas administraciones.

Para este período comienzan a realizarse inversiones extranjeras en la minería y agroindustria en el territorio hondureño, particularmente por capital estadounidense en la Costa Norte . Para el año 1892, las exportaciones de banano representaban el 11.3% del total de las exportaciones hondureñas. Para 1898 representaban el 53% del total de las exportaciones, desplazando en importancia a la tradicional industria minera.

Reformas monetarias

¿Otras medidas importantes en ese período? Varias, por una parte, se funda la Casa de la Moneda en Tegucigalpa donde se acuñarían de forma centralizada las monedas del país, con esta el gobierno podría contar con suficiente dinero para financiar obra pública. Otra medida importante durante la administración del presidente Soto fue la unificación monetaria, esto mediante el Decreto #46 del 3 de abril de 1879. Así, desde ese momento, se establece el Peso hondureño como moneda nacional. Sumado a lo anterior, se establece un sistema decimal para la moneda donde 100 centavos eran igual a 1 peso hondureño.

¿Todas estas medidas redujeron la escasez de dinero en circulación? No, la liquidez continuó siendo un desafío persistente. Siendo así, y con el fin de incrementar la liquidez, el gobierno autorizó la emisión de billetes o papel moneda. Estos billetes, emitidos tanto por bancos como por el gobierno, dieron al portador del billete el derecho de cambiarlo en el banco por la cantidad especificada en el papel. Esta medida resultó ser muy efectiva para fomentar el comercio y mitigar la problemática de la falta de liquidez.

Hay que recordar que el papel moneda no es una invención del siglo XIX, Marco Polo los describe en sus libros publicados en el siglo XIII, se tienen registros de su uso en el siglo IX en China. En la figura contigua se puede ver un ejemplar de 1862 emitido por el Tesoro de Honduras:

Siglo XX

El siglo XX fue un bastante complejo a nivel social y político para Honduras; particularmente caracterizados por: golpes de Estado, dictaduras, intereses bananeros y conspiraciones. También fue un siglo donde la política monetaria y cambiaria tuvo muchos eventos interesantes de revisar. 

En cuestiones monetarias se podría decir que hubo dos etapas: antes de la existencia del banco central y luego del banco central. Esta subdivisión no es aleatoria, ya que los bancos centrales configuran como parte fundamental del sistema financiero mundial que se gestó luego de la crisis financiera de 1929 en los Estados Unidos y que tomó forma luego de la Segunda Guerra Mundial.

Sistema antes de la existencia Banco Central de Honduras

A principios del siglo XX, Honduras buscó integrarse en la economía global, enfocándose en la exportación de banano. Este objetivo requirió una importante inversión en infraestructura para impulsar el comercio exterior. Sin embargo, la falta de recursos gubernamentales obligó al país a buscar financiamiento externo para llevar a cabo estos proyectos cruciales.

Este período coincidió con el ascenso de Estados Unidos como potencia económica, desplazando gradualmente la influencia británica en el Caribe. La presencia estadounidense se extendió sobre el gobierno hondureño de dos maneras a destacar: primero, mediante la oferta de líneas de crédito con condiciones más favorables para saldar las deudas con el Reino Unido; y segundo, a través de préstamos para proyectos de infraestructura como ferrocarriles y carreteras.

Estos créditos solían ir acompañados de concesiones territoriales o comerciales a empresas mineras y bananeras estadounidenses, y en algunos casos, exigían el control de aduanas e impuestos aduaneros.

Para establecer un marco favorable al desarrollo económico, Honduras implementó una unificación monetaria a través del peso hondureño. Aunque el gobierno tenía el monopolio de la acuñación de monedas, se permitió a bancos privados como el Banco Centroamericano, el Banco Nacional Hondureño y posteriormente el Banco Atlántida, emitir sus propios billetes, respaldados por sus reservas en pesos hondureños.

Lempira

Las constantes luchas entre los conservadores y liberales, un poco entramada por la competencia entre Estados Unidos y Reino Unido por la influencia en el Caribe, llevó a guerras regionales entre países centroamericanos y también guerras civiles en territorio hondureño. Una de las más influyentes fue la de 1919 consecuencia de unas elecciones fraudulentas que concluyó con un tratado de paz impulsado por los Estados Unidos en 1924 y la convocatoria a nuevas elecciones. En estas nuevas elecciones se propuso una nueva constitución, estos años también fueron de bonanza bananera para el país y una consolidación de los créditos del Estado.

Este contexto llevó a las autoridades a una nueva emisión monetaria para apoyar estos esfuerzos de reestructurar el país, luego de la guerra civil. Así que, luego de un debate muy importante entre síla moneda debía llamarse Morazán o Lempira (ambos héroes de la historia hondureña) se fundó la nueva unidad monetaria, el Lempira el 6 de abril de 1926 mediante el Decreto Legislativo #102. En ese mismo decreto indica el primer tipo de cambio que se puede encontrar publicado por un archivo oficial donde se indica:

Artículo 19 – Adóptase como unidad monetaria de Honduras el Lempira, igual al medio dólar de los Estados Unidos de América, o sea un valor representado por (0.836 gramos) ochocientas treinta y seis miligramos de oro de (900) novecientos milésimos de fino. El Lempira está dividido en cien partes llamadas centavos.

Es decir, en el anterior parrado podemos ver el origen de el “dólar” o los dos Lempiras que se mantuvo hasta finales de la década de 1980 como el tipo de cambio entre el lempira y el dólar estadounidense.

Loa bancos privados igual podían emitir billetes basados en las reservas que tenía el banco de lempiras acuñados y hechos por el gobierno.

La inestabilidad interna culminó en la guerra civil de 1932, un conflicto que desestabilizó profundamente a Honduras. Aprovechando el caos, el General Tiburcio Carías tomó el poder, instaurando un régimen caracterizado por la represión y la censura que se extendió hasta 1949.

Durante este período, Honduras enfrentó una severa crisis económica derivada de la caída de los precios del banano, consecuencia directa de la Gran Depresión de 1929 en Estados Unidos. Para mitigar el impacto, el país se vio obligado a contraer deudas y asumir compromisos financieros con las compañías bananeras, con el fin de cubrir los costos de administración del Estado. En términos cambiarios, el dólar se mantuvo estable a 2 lempiras por dólar.

En el país, así como en períodos anteriores existía un problema de escasez de dinero en la economía, particularmente agravada por las duras condiciones que había impuesto el gobierno para la emisión de la lempira.

La dictadura de Carías terminaría luego de las controvertidas elecciones de 1948 que llevaron al presidente Juan Manuel Gálvez a asumir la presidencia del país. Bajo su mandato se llevaron a cabo importantes reformas sociales y económicas, entre ellas la fundación del Banco Central de Honduras.

Banco Central de Honduras

Proceso de modernización del Estado Hondureño

Luego de las elecciones de 1948, que llevaron al poder a Gálvez junto con el partido Nacional, se inició una era de modernización estatal en Honduras. Este cambio no fue aislado, esto debido al reordenamiento geopolítico de posguerra, donde varios países centroamericanos comenzaron a realizar cambios en la institucionalidad y la vida de económica.

Para algunos países este proceso se llevó a cabo a través de la violencia como en el caso de Costa Rica, para Nicaragua se llevó a través de un golpe de Estado. En el caso de Honduras lo catalizó el hartazgo y el estancamiento de la sociedad por la mala administración del general Carías.

Cuestiones como la salud, la planificación económica y la educación tuvieron grandes cambios a raíz de la fundación de nuevas instituciones. Por supuesto, estos cambios no eran un talismán mágico que resolvía todos los problemas de Honduras; la gran desigualdad económica que llevaba existiendo en el país a lo largo del siglo XX persistió y causó gran polarización política en las décadas venideras, asimismo los privilegios a las empresas bananeras y mineras no tuvieron mayores cambios.

Banco Central de Honduras

En cuestiones monetarias y cambiarias sí sucedieron cambios importantes que impactaron enormemente la vida económica del país. La fundación del Banco Central de Honduras (BCH) marcó un antes y un después en el proceso de emisión de moneda y su intercambio a nivel extranjero con la divisa estadounidense.

El BCH fue reglamentado mediante el Decreto Legislativo No. 53 el 3 de febrero de 1950 con la aprobación de la ley del Banco Central de Honduras. Dicha ley indicó las funciones, atribuciones y constitución de la junta directiva:

Artículo 2. El Banco Central de Honduras tendrá por objeto velar por el mantenimiento del valor interno y externo de la moneda nacional y propiciar el normal funcionamiento del sistema de pagos. Con tal fin, formulará, desarrollará y ejecutará la política monetaria, crediticia y cambiaria del país. 

El BCH inició operaciones el 1 de julio de 1950, donde comenzó a ser encargado de la emisión monetaria y la política cambiaria en el país. Entre sus funciones, estuvo el encargarse de la salud financiera del país, que antes estaba manejada por dos bancos, el Banco Atlántida y el Banco de Honduras, que pasaron a tener un rol más comercial.

Durante la época de transformación que se extendió desde 1949 hasta 1963 -que algunos expertos lo catalogan como una suerte de fundación de la Segunda República Hondureña-, se realizaron importantes reestructuraciones estatales, así como inversiones en infraestructura. Todo esto a través de deuda adquirida por organismos internacionales tales como el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

El período militar

El desarrollo de nuevos sectores económicos en Honduras provocó descontento entre los grupos tradicionales, especialmente las compañías bananeras y los terratenientes, que veían amenazados sus intereses. Esta reacción, liderada por el Partido Nacional, culminó en el golpe de Estado del 3 de octubre de 1963, que llevó al Coronel Oswaldo López Arellano al poder.

El período de gobiernos militares en Honduras, de 1963 a 1982, estuvo plagado de eventos que generaron un profundo descontento social. La devastación del huracán Fifi-Orlene, las pérdidas humanas durante el conflicto con El Salvador, las disputas por la reforma agraria, la represión política, la corrupción y el populismo, todo esto creó un clima de hartazgo que culminó con el restablecimiento del orden constitucional.

¿Qué pasó con el tipo de cambio durante el período militar? El tipo de cambio con el dólar se mantuvo en 2 lempiras por dólar. También se experimentaron grandes cifras de crecimiento económico a costa de asumir una deuda muy alta de mano de un modelo exportador con gran inversión del sector público. En la década de los 70 la deuda externa incrementó de 183 millones de dólares a llegar a principios de la década de 80 a 1388 millones de dólares (Datos de Ian Walker). El modelo exportador sostenía este tipo de cambio y expansión de la deuda; pero como pasa en muchos sistemas “todo funciona bien hasta que deja de funcionar”.

Vuelta de la democracia y la crisis del petróleo, los años 80

Con la vuelta de la democracia en los años 80 también vino la crisis del modelo exportador hondureño y centroamericano en general. Con diversas excepciones como las de El Salvador y Nicaragua, que se encontraban enfrascados en guerras civiles, los demás países centroamericanos sufrieron una crisis del modelo exportador de materias primas que habían desarrollado por décadas.

A raíz de la guerra entre Irán e Iraq, los precios del petróleo se dispararon alrededor del mundo (principalmente debido a que extraían entre un 16% y 20% del combustible a nivel global en los países beligerantes) cosa que impactó mucho a los países que dependían del petróleo, entre ellos Estados Unidos y algunos países latinoamericanos, que cerraron sus mercados de materia prima con el fin de priorizar la compra de petróleo.

El modelo de desarrollo centroamericano de los 70 implicó un crecimiento del sector público y el gasto asociado al desarrollo de obra pública. Todo este desarrollo fue financiado, en gran medida, por organismos internacionales y/o gobiernos extranjeros. Por lo que un shock en el comercio internacional tuvo un impacto negativo en la entrada de divisas.

El gobierno hondureño buscó combatir la caída en los precios de las materias primas en el mercado internacional con una reducción de las importaciones y un incremento de la inversión pública. Esto financiado por organismos internacionales y préstamos a entidades nacionales.

Entre 1980 y 1985 las guerras en Centroamérica permitieron que Estados Unidos invirtiera grandes cantidades de dólares por medio de acuerdos bilaterales con el gobierno hondureño. Esto hizo que la balanza de pagos de Honduras no se viera tan afectada, contrario a lo que sí pasó con Costa Rica entre 1982 y 1983.

¿Cuáles fueron las consecuencias de este panorama? La flexibilización del tipo de cambio, solicitada por organismos multilaterales de crédito, fue finalmente considerada por el Banco Central de Honduras después de mucha resistencia. La razón principal de esta decisión radicaba en la expectativa de un flujo constante de dólares provenientes de Estados Unidos, mientras persistiera el conflicto de la Contra en Nicaragua.

Presidente Roberto Suazo junto a Reagan en 1985 en Washington

Esta situación cambió luego de 1986 ¿El motivo? Los flujos de apoyo bilateral fueron mermando conforme la Contra en Nicaragua fue perdiendo la guerra.

Para 1988 el gobierno y el BCH finalmente cedieron ante el FMI y tuvieron que hacer ajustes estructurales, “Programas de Ajuste Estructural (PAE)”, comunes en esa época. Como consecuencia, se impusieron las siguientes medidas: privatización de empresas públicas, reducción de gasto público, desregularización bancaria y flexibilización cambiaria. Este programa se ejecutó en el PAE a partir de 1988 y marcó una época de una creciente inflación para el ciudadano hondureño.

Como parte de los acuerdos del PAE, se implementó el sistema CETRAS en 1985, que otorgaba condiciones cambiarias preferenciales a ciertos productos de exportación e importación. Este sistema permitió a algunos exportadores obtener ganancias mediante la venta de dólares a importadores, lo que incentivó un mercado negro de divisas.

Como consecuencia, la inflación en Honduras aumentó progresivamente, ya que el encarecimiento del dólar en el mercado negro se trasladó a los precios de los productos importados de la canasta básica. La expansión del CETRAS a más productos de exportación con tipos de cambio diferenciados devaluó aún más la lempira, exacerbando la inflación, que pasó de un promedio de 5% entre 1980 y 1988 a casi 35% en 1991, su punto más alto desde 1960, tal y como lo muestra el gráfico adjunto.

Proceso de estabilización cambiaria y la implementación del deslizamiento

Los años 90s fueron muy complicados para Honduras por los efectos inflacionarios que trajeron los Programas de Ajuste estructural de los años 80 y los efectos devastadores del huracán Mitch en 1998 que cobró la vida de 6500 de hondureños y dejó mucha de la infraestructura civil en ruinas.

En cuestiones relacionadas con la política cambiaria de los años 90 esta se dividió en 2 etapas: la de centralización del tipo de cambio a través del Banco Central de Honduras y la propuesta del sistema de desplazamiento como política cambiaria para los años subsiguientes.

Centralización del tipo de cambio

Los inicios de la década de los 90 trajeron a Honduras una encrucijada cambiaria, principalmente porque la crisis de los años 80 trajo una gran fragmentación en los mercados cambiarios. Esto porque existían diferentes tipos de cambio en el mercado como consecuencia de los procesos de “Ajuste Estructural”. Así, al comienzo de la década de los 90 el Banco Central de Honduras manejaba tres tipos de tipo de cambio:

  • El tipo de cambio para el pago de la deuda externa establecido en 2 lempiras por dólar.
  • El tipo de cambio para el mercado intercambiario entre los bancos y el Banco Central de Honduras establecido en 4.37 lempiras por dólar.
  • El tipo de cambio específico para el mercado bancario que sería establecido por la oferta y la demanda.

La idea de contar con un mercado fragmentado produjo que las reglas del juego cambiario produjeran incentivos para que ciertos sectores exportadores e importadores buscaran ganancia. Esto produjo devaluaciones muy agresivas de la lempira en la primera mitad de la década de los 90, llevando la lempira a finales de 1995 a 12.77 lempiras por dólares, una devaluación de un poco menos de 200% en 5 años.

El Banco Central de Honduras buscó formas de unificar el mercado cambiario y se propusieron sistemas de subastas semanales de divisas que funcionaban dentro de ciertos márgenes o bandas. Esto comenzó a funcionar a partir de 1994, y proponía un deslizamiento controlado de la lempira entre las subastas ¿El objetivo? Buscar que la lempira no se devaluara agresivamente. Así, para finales de 1999 el tipo de cambio del Banco Central terminó en 14.50 lempiras por dólar, es decir, una devaluación de 14% en 5 años.

Sistema de deslizamiento

A partir del 3 de enero de 2000, se dispone de datos históricos diarios sobre el tipo de cambio lempira-dólar, período en el cual operaba el régimen público de adjudicación de divisas. Con el objetivo de impulsar las exportaciones y mitigar la volatilidad cambiaria que podría impactar la inflación, el Banco Central de Honduras realiza una devaluación controlada de la lempira.

Como se observa en las imágenes anteriores, la adopción de esta política cambiaria ha resultado en una devaluación continua de la lempira, acompañada de una estabilización de la inflación. Los márgenes de ajuste del Banco Central varían anualmente; sin embargo, el promedio interanual de los 25 años de esta política cambiaria de deslizamiento controlado es de una devaluación del 2.50%, mientras que en los últimos 10 años (2015-2025) se ha registrado una devaluación anual promedio del 2.13%

Durante los últimos 24 años, el tipo de cambio en Honduras ha mantenido una notable estabilidad, con excepciones puntuales durante los procesos electorales de 2013 y 2017. En dichos períodos, la reelección de Juan Orlando Hernández, marcada por acusaciones de fraude y protestas que resultaron en víctimas fatales debido a la represión, generó cierta volatilidad.

En el ámbito económico, las políticas de austeridad implementadas entre 2014 y 2018 contribuyeron a una gradual devaluación de la lempira frente al dólar. Aunque la pandemia de COVID-19 en 2019 provocó una leve devaluación, la tendencia general ha sido de estabilidad, con variaciones interanuales inferiores al 1%.

¿Cómo es el panorama de la economía de Honduras del 2025? Muy distinta a la economía de la Honduras de 1925. En la actualidad, el país posee una economía más diversificada, fuera de las industrias tradicionales de la minería y cultivo de banano. Según datos de 2024 aproximadamente las remesas que envían los hondureños desde el exterior representan un aproximado del 25% del PIB. ¿Qué significa esto para la economía hondureña? Que hoy día puede tener un ingreso relativamente estable de divisas, no obstante, esto también obliga a que las autoridades a mantener la estabilidad en el tipo de cambio. Todo con el fin de evitar una volatilidad que impacte negativamente el consumo de las familias de los migrantes que viven en Honduras.

En última instancia, como la historia de Honduras lo demuestra, su capacidad para transformar desafíos en oportunidades ha sido clave para su progreso. Por lo tanto, se espera que la continuidad de políticas económicas y cambiarias acertadas sea determinante para consolidar una economía más resiliente y próspera en el futuro.

Bibliografía

Amaya, J. A. (1996). Historia de Honduras. Academia. https://www.academia.edu/34802517/HISTORIA_DE_HONDURAS
(Libro en línea; se incluye autor, año y plataforma de acceso).

Banco Central de Honduras (BCH). (s.f.). Ley del Banco Central de Hondurashttps://www.bch.hn/administrativas/JUR/Marco%20Legal%20OM%202/ley_bch.pdf
(Documento legal institucional; se omite fecha si no está disponible en el PDF) 13.

Banco Central de Honduras (BCH). (s.f.). Servicios de subasta de divisashttps://www.bch.hn/politica-institucional/politica-cambiaria/servicios/servicios-de-subasta-de-divisas
(Página web institucional; autor como entidad).

Banco Central de Honduras (BCH). (s.f.). Reseña históricahttps://www.bch.hn/acerca-del-bch/quienes-somos/resena-historica
(Documento institucional).

Centro de Documentación de Honduras (CEDOH). (1990, septiembre). Boletín especial No 50http://www.cedoh.org/Biblioteca_CEDOH/archivos/001040%20CEDOH%20BOLETIN%20ESPECIAL%20SEPTIEMBRE%201990%20No%2050.pdf
(Informe institucional con fecha específica).

Centro de Documentación de Honduras (CEDOH). (1990, enero). Boletín No 105http://www.cedoh.org/Biblioteca_CEDOH/archivos/00994%20CEDOH%20BOLETIN%20ENERO%201990%20No%20105.pdf

Centro de Documentación de Honduras (CEDOH). (1990, diciembre). Boletín especial No 52http://www.cedoh.org/Biblioteca_CEDOH/archivos/00941CEDOH%20BOLETIN%20ESPECIAL%20DICIEMBRE%201990%20No%2052.pdf

Corte Interamericana de Derechos Humanos. (s.f.). Documento r29224https://www.corteidh.or.cr/tablas/r29224.pdf
(Documento legal; se asume autor institucional y fecha desconocida) 13.

Decreto No 102. (1926, 2 de abril). Decreto 102-2 de abril de 1926. Museo Banco Atlántida. https://museobancoatlantida.com/documentos/decreto-102-2-de-abril-1926.pdf
(Decreto histórico; se incluye número y fecha).

FOSDEH. (2020). Devaluación en Honduras 2020https://fosdeh.com/wp-content/uploads/2020/07/fosdeh-devaluacion-honduras-2020.pdf
(Informe técnico institucional).

JSTOR. (s.f.). Artículo sobre evolución económica de Hondurashttps://www.jstor.org/stable/j.ctvnp0kf8.10?seq=4
(Artículo académico; se requiere verificar datos específicos en el enlace) 11.

Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL). (2024). LB005_1https://chepes.sedesol.gob.hn/wp-content/uploads/2024/01/LB005_1.pdf
(Documento gubernamental; título basado en el nombre del archivo).

Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). (s.f.). Precedentes históricos del papel moneda en Hondurashttps://blogs.unah.edu.hn/dircom/precedentes-historicos-del-papel-moneda-en-honduras/
(Entrada de blog institucional).

Voz del Banco Mundial. (s.f.). Las remesas son un estabilizador económico fundamental. Banco Mundial. https://blogs.worldbank.org/es/voices/las-remesas-son-un-estabilizador-economico-fundamental
(Entrada de blog; autor institucional)

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *